Despojados de la carne

Semana 1 - Día 1: 
Colosenses 3:5,6 dice: Hagan, pues, morir todo lo que hay de terrenal en ustedes: que nadie cometa inmoralidades sexuales, ni haga cosas impuras, ni siga sus pasiones y malos deseos, ni se deje llevar por la avaricia.
Hoy te invito a que juntos pensemos en la frase del versículo 5: “Hagan morir”
Muchos de nosotros pensamos, equivocadamente,que una vez que tenemos a Cristo en nuestro corazón, El nos cambiará por completo y de forma automática. Creemos que no tenemos que hacer absolutamente nada para cambiar nuestra conducta, que simplemente tenemos que esperar y seguir esperando hasta que El nos transforme…
Por lo tanto, cuando hacemos o decimos algo que no se alinea a lo que Dios dice, entonces nos excusamos diciendo: “Yo soy así”.

Meditemos juntos en esto: Tu y yo, antes de conocer al Señor, pensábamos, decíamos y hacíamos muchas cosas que fueron formando nuestro carácter, pero cuando conocimos al Señor tuvimos que empezar a renovar nuestros pensamientos y a amoldar nuestras acciones según la Palabra nos manda. Seguramente coincidimos en que Dios, en su amor, ha quitado muchas cosas que eran parte de la vieja naturaleza, pero hay otras áreas que nos toca a nosotros trabajarlas para desarraigarlas de nuestras conductas y actitudes. 

Dios en Colosenses 3:5 no nos dice “haré morir en ustedes lo terrenal”… sino: “hagan”, nos da una instrucción. ¡“Yo” tengo que hacer morir lo terrenal en mi! ¡“Tú”, tienes que hacer morir lo terrenal en ti!
¿Cómo se hace? ¿Cómo muere lo terrenal en mi? La palabra de Dios es clara cuando nos enseña que debemos buscar a Dios y su palabra de día y de noche (Lee Josué 1:8). 
Analízate: Si la mayor parte de tu tiempo libre la pasas viendo televisión, viendo programas poco edificantes, jugando, en el cine, con tus amigos, etc., entonces estás alimentando tu carne. No esperes que salga algo bueno de ti viviendo de esta manera.
Alimenta tu espíritu en lugar de tu carne, ejerce el dominio propio que hay en ti. No hagas algo que sabes que es incorrecto, somete tu carne y haz lo bueno.
Dios es amor, pero también es un Dios de orden que se complace en los que le obedecen y guardan sus caminos.
Ora al Señor ahora mismo, y, en Su presencia, haz una lista de cosas de tu vida que entiendes no deberían estar ahí… incluye actitudes, conductas, costumbres… Luego, una por una, ve renunciando a cada una, hasta estar segur@ de que tu vida está limpia.


Pra. Marina Feuershvenger