Durante esta semana hemos trabajado diferentes aspectos del propósito de pasar por Sucot. Hoy veremos un punto importantísimo: Aprender a edificarle casa al Señor.
Debemos aprender a construir nuestra vida de tal manera que nuestras acciones y nuestra forma de vida le agraden a Dios. Cuando conocemos al Señor nos damos cuenta que muchas cosas de las que hicimos no eran adecuadas… nuestra forma de vivir, de relacionarnos, de hacer negocios, etc. Y es ahí donde nos damos cuenta que debemos cambiar.
El que ha tenido un encuentro real y verdadero con Jesús debe reflejar a Cristo en todas las áreas de su vida. Cuando tienes una experiencia genuina con Jesús, no vuelves a ser el mismo, pues ya has muerto a la vieja criatura.
2 Corintios 5:17 “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”. Y somos hechos nuevos a medida que hacemos lo que el Señor nos dice en Su palabra. Los cambios vienen cuando obedecemos a la instrucción que hay en la palabra.
¿Qué es estar en Cristo? Estar en Cristo es vivir como Él, imitarlo en todas las áreas. Es pensar como Él, es hacer lo que Él hacía. El que está en Cristo no teme al maligno ni teme al problema. El que está en Cristo soporta la prueba, vence la tentación y la rechaza. El que está en Cristo no da lugar al enemigo en su vida; no deja puertas abiertas.
Hoy podríamos comenzar a edificar nuestra vida y hogar usando “materiales” que nos ofrece el amor de Dios y Su palabra. Para edificar nuestra vida dejemos de usar elementos comunes entre las costumbres de este mundo como enojos, desinterés, celos, envidias, desprecio, odio y violencia; y en su lugar usemos el amor al prójimo demostrado a través de la ayuda, el perdón, la tolerancia y el respeto. Desechemos los pleitos, las palabras deshonestas, las vanas palabrerías y hablemos palabras que nos unan, que nos edifiquen con alegría, ánimo y esperanza, con acciones de gracias y alabando a Dios porque nos da la vida, nos guarda del mal y nos bendice.
Edifiquemos con buenas obras, siendo generosos y dadivosos con el que tiene necesidad.
Edifiquemos siendo hacedores de Su palabra y no solamente oidores.
Hoy reflexiona sobre esto: decir que soy “nueva criatura” no es un hecho menor, porque eso implica ser como Cristo. Mírate a ti mismo un momento… ¿Eres como Él? Quizá te asustes de lo que veas, pero en eso consiste la fe… en que, si estás decidido a ser como Él, te esfuerzas en ser como Él, en hablar como Él, en tomar decisiones como Él, hoy puedes declarar: “yo seré como Cristo…”. Si estás trabajando en eso, entonces eres “nueva criatura”. ¡¡Créelo!! Y vívelo… Rechaza todo “material” extraño para construir tu vida. Edifícale casa al Señor con materiales del Reino…