Estar enfocados...

DEVOCIONAL DE HOY - Martes 8

Filipenses 3:13-14 “Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago; olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”.
El éxito del evangelismo estratégico radica en una sola cosa: “estar enfocado”; esto implica identificar la meta, el blanco a alcanzar. De todo esto podemos deducir que cuando Pablo decía “una cosa hago” se refería a no diversificarse para mantenerse enfocado por amor al premio que deseaba alcanzar; porque cuando tenemos una sola cosa al frente es más fácil ubicar la meta; ejemplo, los corredores de obstáculos nunca miran el obstáculo sino la meta a alcanzar.

Cuando tenemos un objetivo en el corazón pondremos toda nuestra fuerza en ello. Cuando esto es así, entonces puedes caminar como Jesús, no en función de las circunstancias sino en base al propósito del Padre. Cuando te mantienes “enfocado” entonces se activa el poder de la persistencia para alcanzar la meta.

En el proceso de ganar multitudes es importante que no te desvíes de la meta. Cumple con todas las cosas necesarias por más insignificantes y contrarias que parezcan; vence las amenazas, las contradicciones y debilidades que aparecen aún desde tu mismo cuerpo, o de circunstancias externas, y desarrolla resistencia y perseverancia en la meta.

La clave está en poner en práctica estos pasos que nos enseñó Pablo: “olvidar, extenderme, proseguir y alcanzar”, los definimos a continuación:

1) olvidar: abandonar, deshacerse, extraviar, relegar 
2) extiendo: paso sobre, más allá de los límites
3) prosigo: sigo, alargarse, persigo a modo de acoso 
4) alcanzo: llegar, agarrar; olvidar las derrotas, extiéndete, pasa sobre todo eso, prosigue, persigue la meta, insiste, busca, llama, alcánzalo, poséelo y disfrútalo.

Recuerda: eres una persona llamada por Dios para ganar, para llegar a la meta.

Declaración de hoy:
“Padre celestial… declaro que estoy enfocado(a) en la meta de discipular naciones, he sido llamado(a) para pastorear multitudes, tengo un propósito mayor a cualquier circunstancia interna o externa, por eso miro la meta y no me desvío de ella; me olvido de todo pasado y me extiendo hacia adelante para alcanzarla; prosigo con insistencia y la alcanzo para disfrutarla. Gracias Señor, porque en esta carrera tú nos garantizas la victoria, porque también la corriste y llegaste hasta el final”. Amen.

Acción del día:
1.- Escribe en un papel “me olvido, me extiendo, prosigo y lo alcanzo”; llévalo contigo este día, léelo durante el día unas cinco veces y ve la meta de tu cosecha espiritual cumplirse en la medida que lo repites.

2- Haz los preparativos necesarios para tu cosecha de esta semana. No dejes de orar por los que quieres ganar para Cristo. Consigue folletos, o libritos evangelísticos (puedes comprarlos en la oficina de la iglesia). Llama a tus contactos. Establece una cita. Visítalos con la expectativa de que reciban un milagro en su vida.