Mi ciudad = mi oportunidad

DEVOCIONAL DE HOY - Domingo 6

Lucas 7:36-47 “Uno de los fariseos, rogó a Jesús que comiese con él. Y habiendo entrado en casa del fariseo, se sentó a la mesa. Entonces una mujer de la ciudad, que era pecadora… tomó un frasco de alabastro con perfume… llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los ungía con el perfume… el fariseo dijo para sí: ‘Este, si fuera profeta, conocería quién y qué clase de mujer es la que le toca, que es pecadora’… Y vuelto a la mujer, dijo a Simón: ‘¿Ves a esta mujer? Entré a tu casa, y no me diste agua para mis pies; más ésta ha regado mis pies con lágrimas, y los ha enjugado con sus cabellos. No me diste beso; más ésta, desde que entré, no ha cesado de besar mis pies. No ungiste mi cabeza con aceite; más esta ha ungido con perfume mis pies’”.
Marcos 6:2-3 “y muchos, oyéndole se admiraban, y decían: ‘¿De dónde tiene éste estas cosas? ¿Y qué sabiduría es ésta que le es dada, y estos milagros que por sus manos son hechos? ¿No es éste el carpintero, hijo de María, hermano de Jacobo, de José, de Judas y de Simón? ¿No están también aquí con nosotros sus hermanas?’ Y se escandalizaban de él”.

La palabra “familiaridad” viene de “familiar”, “ligados por trato o algún tipo de parentesco”. La familiaridad produce confianza en el trato, acostumbramiento y la acción de habituarse. En Hechos 1:8 Jesús les indicaba los lugares geográficos donde se extenderían como iglesia naciente, y les refirió a Jerusalén, Judea, Samaria, y hasta lo último de la tierra. Podemos notar que este envío comenzaba en la misma ciudad donde vivían.

Un gran impedimento para el alcance del propósito de Dios es el grado de familiaridad que se haya desarrollado con la ciudad que se nos llamó a alcanzar, sus costumbres, modismos, refranes, formas de pensamientos que se trasmiten generacionalmente; con su gente, incluyendo amigos, vecinos y familiares; de igual manera con el hombre y la mujer que Dios puso para formarlos.

La familiaridad trae las siguientes consecuencias: 
1) Se desarrollan fortalezas y argumentos en la mente, que tienden a desvalorar el poder transformador del evangelio para la ciudad o la familia.

2) Se pierde de vista lo divino y lo sobrenatural, se pierden momentos de pactar o de servir y la capacidad de potenciar cambios. Por eso la familiaridad impidió que Jesús realizara milagros en Nazareth.

3) Cuando estamos familiarizados y atados a la cultura imperante, no podemos romper el calendario romano y la cultura del Reino no puede ser implantada,

4) Desvalorización del hombre de Dios, de sus palabras o consejos por exceso de confianza o acostumbramiento.

Por eso, para alcanzar una ciudad, o tu familia, debes renunciar a la familiaridad, entender que estás en una nueva forma de vida y pensamiento que se expresa como “Cultura de Reino”; que eres un embajador de esa cultura aunque toda la vida hayas vivido en la misma ciudad.

El propósito viene para despertar en ti una nueva visión de esa ciudad; donde no veías oportunidades ahora si las ves, donde creías que era duro o intocable ahora ves los cambios, porque el poder del evangelio transciende culturas, costumbres y formas de vida.

Declaración de hoy:
“En el nombre de Jesucristo, renuncio a toda familiaridad que haya desarrollado con la ciudad que Dios me envió a poseer, con sus habitantes y su cultura; destruyo toda fortaleza edificada en mi mente que impida el avance y las victorias del evangelio por la familiaridad; rompo con todo altar de conceptos, ideas preconcebidas que contradigan la palabra de Dios sobre esta ciudad, mis amigos y mi familia; y ahora me determino, en el nombre de Jesús, a edificar mi vida en la cultura del Reino, donde ya no vivo yo sino que Cristo vive en mi; por eso, el evangelio se extiende con poder a través de mi”.

Acción del día: 
1.- Esta semana debes procurar hacer tu cosecha espiritual… mantente en oración por los que vas a ganar; cree que la unción de Dios reposa en ti… cree que eres una persona creada para ganar. Llama a tu discipulador una vez terminada la cosecha para darle toda la información de los resultados.

2.- Llama a algunas personas de tu confianza para que hagan una cadena de oración juntos por tu cosecha espiritual.

3.- Se agradecido… y envía un mensaje a tu líder dándole palabras de agradecimiento por sus consejos, cuidados… y dile lo importante que es para ti.