DEVOCIONAL DE HOY - Miércoles 19
“Me siento cansada”; “No doy más”; “No puedo seguir con esto. Es demasiado para mí” ¿Cuántas veces hemos utilizado estas expresiones y muchas otras a lo largo de nuestra vida?
Vivimos en una sociedad donde, al parecer, el estrés, el cansancio, las preocupaciones, el querer tener el control de todo forman parte cotidiana de nuestros días. Nos levantamos, acostamos y ellos siguen a nuestro lado sin ninguna intención de irse. Ahora bien, ¿qué pasa cuando esto se vuelve algo crónico?
Comenzamos a desgastarnos, nuestras pocas energías se consumen muy rápido, parece que los días se hacen cada vez más largos, la pesadez de nuestro cuerpo nos impide si quiera disfrutar lo que antes sí; no podemos ver más allá de esta situación, de estos síntomas que ahora no solo pasan por nuestra mente sino que también comienzan a observarse en el exterior. No logramos ver las bendiciones que Dios nos da cada nuevo día. Hay gente que está tan cansada de trabajar que ya ni siquiera disfruta del resultado de su trabajo. Hay gente que está tan cansada de sostener a su familia que ya ni siquiera goza a sus hijos que están en casa. Gente que deja de disfrutar de una buena charla con amigos, gente que comienza a quejarse de su trabajo cuando antes le rogaba a Dios por uno, comienzan hacer más recurrentes frases como que los tiempos no le dan, que la plata no le alcanza y así tantos otros casos. Los días pasan y nada ocurre; parece que todo va de mal en peor.
Todos en algún momento nos hemos cansado (“sólo el que no corre, no se cansa”); todos hemos sentido que tocamos fondo; pero no debemos olvidar que aunque todo parezca gris y oscuro, ¡Dios renueva nuestras fuerzas!
Su palabra dice en Isaías 40:30: “Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.”
Dios es motivador, Dios prometió nuevas fuerzas, no cambiar las cosas que nos pasan. Él no dice que para todos los que esperan en jehová, todas las personas a su alrededor cambiarán para que no se cansen; no dice que tu oficina será transformada, sino que si esperas en Él, te dará nuevas fuerzas y esas son las que tú necesitas. Dios no prometió cambiar las cosas, sino darte nuevas fuerzas. Salmo 84:5-7: “Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas, en cuyo corazón están tus caminos. Atravesando el valle de lágrimas lo cambian en fuente, cuando la lluvia llena los estanques. Irán de poder en poder; verán a Dios en Sion.”
Las fuerzas sólo provienen del Señor porque es la fuerza motivadora; es lo que de adentro emerge para seguir adelante. Lo que te hacía llorar, ahora será una fuente. Vamos a seguir adelante, porque Dios nos da nuevas fuerzas.
No dejes que el cansancio te ciegue y no puedas ver lo bendecido/a que estás, porque de verdad estás lleno/a de bendiciones. Renovemos nuestras actitudes y nuestros pensamientos cada día. Aprendamos a descansar aun en estos momentos; a que, sin importar la situación que hoy enfrentemos, le adoremos por quién es Él. Dios es soberano… nada absolutamente nada se le escapa… y esto que hoy te aqueja veras que no se compara con todo lo maravilloso que Él tiene preparado para tu vida. Así que, ¡Vamos! ¡Gózate hoy en el señor! ¡Él renueva tus fuerzas!
Isaías 41:10
“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”.
Salmo 46: 1-3
“Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, y se traspasen los montes al corazón del mar; aunque bramen y se turben sus aguas, y tiemblen los montes a causa de su braveza”.
Mateo 11: 28-30
“Vengan a mí todos los que están trabajados y cargados, y yo los haré descansar. Lleven mi yugo sobre ustedes, y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallarán descanso para sus almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga”.
Josué 1:9
“Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas”.
Romanos 8:28
“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”.
¡Que tengas un día precioso y bendecido!
Carolina Pizarro
DECLARACIÓN DEL DÍA:
“Declaro que las circunstancias de hoy no me vencerán. Renuevo ahora mis fuerzas en mi Señor. Mi mente se llena de Sus pensamientos de bien, y eso me trae renuevo. El diablo no podrá aprovecharse de ninguna situación, sino que, frente a cualquier circunstancia, correré a los brazos de Jesús”.
ACCIÓN DEL DÍA:
1) Comparte esta Palabra con alguien más hoy. Quizá lo puedas hacer pegándosela en su muro… o quizá puedas ir a visitar a alguien que está con poco ánimo.
2) Háblale de Jesús. Cuéntale tu experiencia.