Libertadores

DEVOCIONAL DE HOY - Viernes 14

Lucas 4:18-19: «El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres. Me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos y dar vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos, a pregonar el año del favor del Señor.» 
CUANDO ANDAS EN LA PLENITUD DEL ESPÍRITU TE VUELVES UN LIBERTADOR PARA LA GENTE QUE TE RODEA.

Desde el momento en que recibiste a Jesucristo en tu corazón, fuiste ungido como Él, por el mismo Espíritu, para también llevar buenas noticias a los pobres, para sacarlos de la miseria, de la pobreza, para sanar a los enfermos, para dar vista a los ciegos (físicos y espirituales, que han perdido visión de vida, esperanza, etc.), sanar a los paralíticos, sanar corazones heridos, libertar a los cautivos, libertar al depresivo, a los que están presos en sus pensamientos, al oprimido, etc., etc.

Inclusive, la unción que hay sobre los que han creído en Jesucristo, sirve para cancelación de todas las deudas (eso tiene que ver con el anuncio del año agradable). Y no estamos hablando de deudas económicas (aunque si Dios te manda hacerlo, hazlo…), sino más bien hablamos de deudas con el pasado, conflictos sin resolver, perdones no liberados, angustias no sanadas, etc.

Esa unción sirve tanto para ser libres nosotros mismos, como para liberar a otros… Ambas cosas deberían ir juntas: mientras nos sanamos nosotros, vamos liberando a otros (aún con el ejemplo)

DECLARACIÓN DE HOY:
“Gracias, Padre Santo, por hacerme receptor de semejante unción… Gracias, Jesús, por enseñarme con Tu ejemplo como usar ese Poder. Ahora consagro mi vida a Ti para ser utilizado en el anuncio de buenas nuevas, en la libertad de los cautivos, en la sanidad de los enfermos. Amén”.

ACCIÓN DE HOY:
1) Haciendo uso del Espíritu Santo que hay en ti, revisa si tu corazón debe recibir hoy una buena noticia de libertad… o si debes ser libre de alguna cautividad. Clama a Dios, en nombre de Jesús, para que suelte sobre ti su poder de libertad.

2) Toma la lista de gente por la que estás orando. Ora por cada uno, liberando sobre ellos la unción del Espíritu Santo, rogando que sean libres.

3) Si es posible, visite a alguno de los de tu lista estos días, para invitarlo a la próxima de reunión en la iglesia, o en tu Grupo de Crecimiento. Recuerda: hay unción en ti… esa unción debe ser usada. Confía en el poder del Espíritu que reside en ti… no te avergüences, no tengas temor… El mismo cielo te acompaña.