DEVOCIONAL DE HOY - Sábado 15
Hechos 8:1 “En aquellos días hubo una gran persecución contra la iglesia que estaba en Jerusalén y todos fueron esparcidos…”
Hechos 9:4-5 “y cayendo en tierra hubo una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? El dijo ¿Quién eres Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tu persigues; dura cosa te es dar coses contra el aguijón.”
En tiempos de mayor crecimiento, de mayor manifestación de lo divino con sanidades y milagros de todo tipo puede presentarse la persecución. Saulo era un perseguidor de la visión. Esto se manifiesta en nuestros días a través de la murmuración hacia todo lo que tiene que ver con la visión impartida, desánimo, presiones internas y presiones externas que buscan que abortemos el propósito, que abortemos el tiempo de Dios, o que simplemente nos desenfoquemos de la meta.
Pero, la iglesia crecía en medio de todo esto porque el Espíritu Santo confirmaba la Palabra, y señales y milagros les seguían; el evangelio se convirtió en el arma más poderosa para luchar contra el sistema operante.
La persecución del evangelio siempre estará presente a través de argumentos y fortalezas que se levantan en contra del conocimiento de Dios (2 Corintios 10:5), pero la clave es derribarlos a través de las armas espirituales, poderosas en Dios para destruir toda fortaleza de pensamiento o concepto religioso.
En este tiempo mantente en oración, clamando, leyendo la Palabra, ejecutando actos de fe, desatando el poder de Dios, y de esta forma, cualquiera sea la persecución, la victoria está asegurada; por eso crecerás, te multiplicarás, aumentarás en visión, unción, y recursos para servir. ¡Alégrate en Él!
DECLARACIÓN DE HOY:
“Hoy estoy más cerca de la manifestación de mi milagro; solo me espera posesión, expansión, crecimiento y abundancia; todos los que se levantaron en contra de mi serán avergonzados; el Señor poderoso es mi defensa, en Él confío; por eso permanezco en Su propósito, no retrocederé. En este momento tomo autoridad sobre todo pensamiento o argumento esclavista que se haya plantado en mi mente en contra del propósito eterno de Dios para mi vida, lo derribo en el nombre de Jesús, declaro que nada ni nadie podrán impedir llegar a mi meta… la veo, la disfruto y me gozo en ella. Amen.”
ACCIÓN DE HOY:
1.- Este día llamarás a las personas que anotaste en tu lista; concertarás una cita y los visitarás; ora a Dios para que el ambiente esté preparado para hablarles del Señor. Está atento a toda necesidad de oración de estas personas, y déjales un obsequio que represente una señal de la victoria de Dios en sus vidas.
2.- Este día orarás el Señor liberando perdón sobre todos los que te persiguieron y señalaron en algún momento; quítate toda carga de resentimiento y amargura, y de esta forma estarás listo(a) para recibir todas las bendiciones que Dios ya tiene preparado para ti.
