Texto del día:
Hechos 2:4-5 “Todos fueron llenos de Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablaran. Moraban entonces en Jerusalén, judíos, varones piadosos, de todas las naciones de la tierra”
Enseñanza del día:
La iglesia nace en un ambiente tripartito, constituido por la persona del Espíritu Santo, los discípulos de Jesucristo y los hombres Piadosos. Era necesario conjugar estos tres elementos para la extensión y progresión del evangelio, así como lo es también en el día de hoy. No podemos negar la necesidad del poder y el fluir del Espíritu Santo como motor de la iglesia, ni el fuerte compromiso de líderes discipulares para desarrollar la gran visión; pero hay un elemento que quizás hemos desatendido y es la presencia de gente piadosa.
¿Quiénes son los piadosos? Son personas que fueron preparadas estratégicamente por Dios para impulsar y sostener el avance del evangelio y que poseen las siguientes características: son prudentes, serios, decorosos, adoradores y temerosos de Dios; tienen respaldo social y financiero, por lo tanto, son capaces de sostener e impulsar el avance del evangelio. La palabra “piadoso” se usó conjuntamente con la palabra “pobre” en el hablar israelita popular, desde el exilio en Babilonia hasta muy avanzada la era Cristiana; por lo que Jesús al conocer esta práctica, empleó la palabra “pobre” para referirse a los piadosos; como por ejemplo en Lucas 6:20: “y alzando los ojos hacia los discípulos, decía: Bienaventurado ustedes los pobres, porque de ustedes es el reino de Dios.”
¿Qué beneficios tiene un piadoso? Dios los saciará con el alimento de Su palabra y de Su conocimiento. En el Salmo 132:15 dice: “Bendeciré abundantemente su provisión; a sus pobres saciaré de pan”. Los hombres y mujeres piadosas se constituyeron en un elemento fundamental para la solidificación de la iglesia. Fueron los piadosos los que buscaron el cuerpo de Esteban y lo llevaron a enterrar (Hechos 8:2). Cornelio, centurión de la compañía “la italiana” era un hombre piadoso y temeroso de Dios (Hechos 10:1-2); piadosos de la sinagoga siguieron a Pablo y Bernabé al escuchar el mensaje del evangelio (Hechos 13:43); un gran número de hombres piadosos y mujeres nobles creyeron y se juntaron con Pablo y Silas (Hechos 17:4). Ananías, quien oró por Saulo, era un hombre piadoso y de buen testimonio (Hechos 22:12). Hechos 2 nos relata que estos piadosos se encontraban en Jerusalén para la fiesta de Pentecostés. Vivían allí, aunque provenían de muchas naciones, por lo que debían tener buen soporte financiero y social para ello.
La transferencia de recursos vendrá a manos de hombres y mujeres piadosos que vean la extensión del Reino como prioridad para sus vidas, que practiquen la dadivosidad, y deseen prosperidad no solo para satisfacer sus deleites sino para suplir todo lo que se necesite para el avance de Reino de Dios en la tierra. Te invitamos a ser parte de los hombres y mujeres piadosos/as de este tiempo.
Declaración de fe:
“Hoy entiendo que he sido llamado a ser parte de los piadosos de este tiempo, que no escatimaré recursos, tiempo, oraciones y ayudas para que el Reino de Dios se exprese en esta tierra. Estoy comprometido con la visión, por eso la vivo y la trabajo para hacerla realidad; rompo con toda estrechez financiera, de pensamientos y de religiosidad para impulsar el Reino en mi ciudad, en la nación y en el mundo entero. Amén.”
Acción del día:
1.- Hoy practicarás la dadivosidad. Éste es un “músculo” que necesita ejercicio, por lo que buscarás lo mejor para dar; destinarás recursos para sembrarlos en personas específicas que el Señor te señale en oración.
2.- Darás estas ofrendas como pacto para activar en ti el poder de la dadivosidad que produce toda clase de bienes a favor del Reino.
3.- Haz una oración renunciando a la estrechez mental y financiera, a la necesidad, a la falta de ideas o pro-actividad, al aislamiento o falta de compromiso con el Reino, a la falta de revelación y visión. A la vez, activa la pasión, el esfuerzo, el logro, el desarrollo y la vida fructífera a tu favor.