En 1°de Reyes 18:16-40 vemos como Elías, una vez más, fue utilizado por Dios poderosamente.
Aún cerrando el capítulo 18 dice: “Elías le aviso a Acab que vendría una gran tormenta. . . . Acab se fue en su carro a la ciudad. . . entonces el poder del Señor vino sobre Elías quien ajustándose el manto con el cinturón echó a correr y llegó a Jezrel antes que Acab.
A pesar de todo esto, quizá por el cansancio y el agotamiento de la batalla librada, Elías bajó la guardia y prestó oído al mensajero de Jezabel. El Cap.19:2 dice: “. . . entonces, Jezabel envió un mensajero a que le dijera a Elías: ¡Que los dioses me castiguen sin piedad si mañana a esta hora no te he quitado la vida como tú se la quitaste a ellos!. . . . (v.3) Elías se asustó y huyó para ponerse a salvo. . . . y caminó todo un día por el desierto.
Como el pueblo de Israel en el desierto, como nosotros, Elías se olvidó de las victorias pasadas, y cómo el Señor estaba de su lado.
Siempre que prestemos atención a la voz del enemigo, terminaremos en el desierto, escondidos y amargados.
Proverbios 1:31 dice: “pero el que me obedezca, vivirá tranquilo, sosegado y sin temor del mal”.
Proverbios 22:17-19: “presta atención, escucha mis palabras, aplica tu corazón a mi conocimiento. Grato es retenerlas dentro de ti, y tenerlas todas a flor de labio. A ti te las enseño en este día, para que pongas tu confianza en el Señor. “
Que claros son estos proverbios que nos llevan a reflexionar. . . si las palabras del Señor están vivas en nosotros, no tendremos temor. . .
Nehemías tuvo la actitud diferente, correcta. . . Cuando regresó a Jerusalén para reconstruirla, escuchó voces burlonas. . . Nehemías 2:19 dice: “cuando lo supieron, Sanbalat el horonita, Tobías el oficial amonita, y Gesem el árabe, se burlaron de nosotros y nos preguntaron de manera despectiva: ¿pero qué están haciendo? . . .
Nehemías contestó. . el Dios de los cielos nos concederá salir adelante . . . “
En otra oportunidad, escuchó: “no lo van a logar... hasta una zorra puede echar abajo este montón de piedras. . . los van a atacar por todos lados. . . “
Pero él, firme declaró animando al pueblo en el Capítulo 4:14 “¡no les tengan miedo! Acuérdense del Señor que es grande y temible.. . “ En Nehemías 4:20 declaró con firmeza: “Nuestro Dios peleará por nosotros”.
Así, permanentemente, confrontó las voces que querían detener la obra y que abandonaran sus sueños.
Nehemías 6:9 dice: “en realidad, lo que pretendían era asustarnos. Pensaban desanimarnos, para que no termináramos la obra. Y ahora, Señor, fortalece mis manos”.
Si llegaste al desierto por escuchar al enemigo, allí tus sueños no morirán. Este es el momento en que tus sueños deben fortalecerse y crecer.
Ponte de pié y enfrenta la situación. Reconoce tu necesidad de Dios.
Zacarías 4:6 dice: “. . . no será por la fuerza ni por ningún poder sino por mi Espíritu, dice el Señor todopoderoso.”
Levántate y grita con determinación. . . ordénale a la voz del enemigo que enmudezca y declara 2°Corintios 10:4-5: “las armas con que luchamos no son del mundo, sino que tienen el poder divino para derribar fortalezas. Destruimos argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevamos cautivo todo pensamiento para que se someta a Cristo. “
Aprovecha este desierto para reconocer Su voz y amarlo más profundamente.
Isaías 60:1 dice: “¡levántate y resplandece, que tu luz ha llegado! ¡La gloria del Señor brilla sobre ti!”
Di como en Nehemías 4:20 “nuestro Dios peleará por nosotros”.
Toma Su mano, confía. . . . Pon en marcha tus sueños. . . . .
SEÑOR, PRESTO ATENCIÓN, ESCUCHO TUS PALABRAS, APLICO MI CORAZÓN A TU CONOCIMIENTO.
Lili Bravo.