Refugio de Dios

Semana 2 - Día 5: 

Jueces 15:8 dice que “Sansón, después de pelear con los filisteos, habitó en la cueva de la peña de ETAM, como refugio”.

Después de una atroz lucha, Sansón necesitaba refugiarse de sus enemigos. Necesitaba nuevamente de la presencia de Dios.
Con respecto a las muchas luchas, a nosotros no nos va diferente cada día… Es común que terminemos la jornada agobiados, cansados… quizá la terminemos en victoria, pero así y todo necesitamos refugiarnos en Cristo como un niño necesita refugiarse en los brazos seguros de su padre después de un día agotador.
Es por eso que, el apóstol Pablo, nos enseña que podemos buscar con confianza “las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios” (Colosenses 3:1).
Que nuestra mirada en medio de las pruebas esté puesta, en “las cosas de arriba, no en las de la tierra… porque nuestra vida está escondida con Cristo en Dios” (Col.3:3). El lugar más seguro que encontró Sansón fue en la hendidura de Etam; para nosotros el lugar más seguro está en la presencia de Cristo.
Te bendigo y te desafío a esconderte en Cristo en cualquier circunstancia y en cada momento de tu vida.
Declara hoy, con toda seguridad, con todo amor, que Cristo es tu escondite seguro.

Carmen Mayo de Klink