Toma tu Biblia, antes de empezar, y repasa Exodo16:14-24.
Según leímos en Éxodo capitulo 16, Dios había prometido proveer la necesidad de alimento en el desierto. Para esto cada día les enviaba Maná, directo del cielo, al lugar donde el pueblo se encontraba. Ellos solo tenían que salir a juntar su pan cada día.
Este maná era un regalo sobrenatural de Dios. Diariamente y durante 40 años llovían ¡4500 toneladas del pan del cielo para ellos!
Hemos dicho que Cristo es el pan de vida… de manera que lo que el pueblo de Israel debía hacer para alimentarse del maná, nos permite entender lo que hoy nosotros debemos hacer con Jesucristo.
Veámoslo juntos
• Debemos sentir la necesidad.
Como vimos ayer, hay una necesidad (hambre) espiritual que sólo Jesucristo puede saciar (Jn 6.35). La intranquilidad y pecado en el mundo de hoy es el resultado de hambre espiritual insatisfecho… Mucha gente vive con alimentos sustitutos y rechaza el alimento de Dios.
• Debemos buscarlo
El maná no cayó en las mesas sino en el suelo, y la gente tenía que salir a recogerlo. De la misma forma Jesús está a tu lado, pero es necesario que le busques orando sin cesar, en todo tiempo y en todo lugar (Lc 18:1, Lc 6:12, 1°Tes 5:17).
• Cada uno debe recoger
Cada israelita debía ocuparse de recoger su alimento; de la misma manera la búsqueda de Dios es personal. Alimentar tu espíritu es una tarea que solo tú puedes hacer… tu pastor, tu líder, tu congregación pueden ayudarte a encontrar el camino a Jesús, pero solo tú puedes recoger tu maná.
Ora de esta manera: “Señor Jesús, hoy me determino a buscarte de corazón… declaro que mi alma tiene sed de ti y solo vos podes saciarme. ¡Amén!
Rodrigo Ageitos