DIARIAMENTE

Semana 6 - Día 5: 
En el desierto de Sin, Dios está tratando con su pueblo elegido, un pueblo que no entendía claramente que estaba siendo liberado, un pueblo con una FE que se debilitada ante la primer necesidad física, un pueblo que murmuraba contra El, a pesar de ser testigos y protagonistas de los milagros y el poder de Dios a su alrededor.
Piensa en tu vida… tu, al igual que aquel pueblo, eres un elegido de Dios… y si miras con atención a tu alrededor o tu propia vida, sin duda podrás identificar la mano de Dios; pero déjame preguntarte… ¿no te encuentras a veces como este pueblo, con deseos de libertad pero no llegas a verte libre; con una FE que decae, quejándote o murmurando?

Con el maná, el pan del cielo, el pan de vida, Dios nos está dando la respuesta a estas necesidades.

¿Te has preguntado por qué el mana desparecía cuando calentaba el sol, o por qué se apestaba cuando lo guardaban para el día siguiente? La respuesta es simple… era necesario que el pueblo aprenda que la dependencia de Dios es diaria. Debemos entender que nuestra dependencia de Dios es diaria. Colosenses 4:2 nos dice: “Dedíquense a la oración: perseveren en ella con agradecimiento” (NVI).

“Cada día”, dijo el Señor… “cada día deben buscar su maná”… esa fue la instrucción de nuestro Creador.
Algunos quisieron almacenarlo pero no funcionó. De manera que si buscas cargarte de maná solo un día a la semana ya sabes lo que sucede.

Dios nos invita a cada uno a buscar de Su presencia y Su Palabra para nutrir nuestro espíritu cada día. 
Te animo a que pongas en práctica esta instrucción de nuestro Dios… Si ya lo estás haciendo, te felicito y te desafío a que compartas tu testimonio.

Rodrigo Ageitos