Hola. ¡Dios te bendiga!
¡Hoy destapé las cloacas! . .te preguntarás ¿que tiene que ver con la reflexión sobre el desierto? Bueno. . . . Paso a explicar.
Comencé un día normal, rutinario. 06.00 hs. arriba. 07.00 hs. dejo a nuestra hija mayor en su trabajo. 08.00 hs. a la menor en el colegio y 09,00 hs. a nuestra nietita en el Jardín. Como todos los días, tranquilo. Algunos me dicen: “Vida de jubilado. . . .”
Al regresar a casa ¡sorpresa! ¡HAY UN PROBLEMA EN CASA! Un olor penetrante me golpeó al entrar. ¿Qué paso? ¡NO LO ESPERABA! Busqué al perrito para crucificarlo, seguro que había hecho algo prohibido… pero no fue él. Se salvó.
Lamentablemente comprobé que el baño de abajo estaba inundado. Algo había pasado y “no me olía bien”.
Busqué un vecino albañil pero no tenía tiempo. ¡ALGO HABÍA QUE HACER! Era impostergable. Con el paso del tiempo LA SITUACIÓN PODÍA AGRAVARSE así que con las pocas herramientas que tenía a mano destapé la cámara de registro (ahora sé que se llama así) y descubrí que la situación era más grave de lo que parecía. La cañería estaba totalmente tapada y el “agua” a punto de rebalsar. . . . Si. . . no te rías. . . . Un desastre.
BUSQUÉ LO QUE TENÍA A MANO, un alambre de 6 metros de largo Y EMPECÉ UN TRABAJO QUE NUNCA HABÍA HECHO antes y que tampoco imaginé hacerlo. Pero a pesar de mis mejores esfuerzos NO DIO RESULTADO.
El tiempo seguía corriendo y ya se acercaba el mediodía sin soluciones. Tengo el número de un plomero, lo encontré por ahí, por el mundo, pero algo, (o alguien) me hizo pensar que ahí no estaba la solución.
¡Socorro! GRITÉ MENTALMENTE MIRANDO AL CIELO y entonces DIOS ME ILUMINÓ. LLAMÉ A MI AMIGO que sabe más de esto, un especialista, que ME ESCUCHÓ, ENTENDIÓ, Y ME OFRECIÓ LAS HERRAMIENTAS ADECUADAS Y TODAS SUS INSTRUCCIONES para solucionar el “problemita”
Minutos después pasó por casa dejándome unas “cañas” de 15 metros y pensé. . . “¿será para tanto?”. . . y ¡se fue! . . . (Parece que CONFIABA EN MÍ). Bueno. La cosa es que fui conectándolas como si supiera. . . . Una en la punta tenía dos ganchos en tirabuzón. . . TENÍA QUE PENETRAR HASTA LO MÁS PROFUNDO Y ROMPER O ARRANCAR LO QUE CAUSABA EL PROBLEMA. . . . Por supuesto. . . no esperé más y empecé el sondeo de inmediato.
¡que alegría al ver que dio resultado! ¡que alivio! ¡que paz!
¿Qué tiene de espiritual todo esto? DIOS ME HIZO VER LA NECESIDAD DE RECONOCER QUE NO TODO ESTABA BIEN. Que HABÍA ALGO OCULTO que poco a poco fue agravándose y que en determinado momento produjo un gran problema que, de no haber actuado con rapidez, podría haber causado graves consecuencias.
Dios me fue hablando en todo el proceso y con sorpresa al sacar el tirabuzón descubrí la causa del mal. Más de un metro de raíces en un manojo tan grueso como mi propio brazo obstruyendo la cañería principal.
¿Cómo llegaron ahí? ¿en qué momento crecieron? ¿Cómo se fueron enredando para causar tan desagradable problema?
Como DIOS NOS HABLA HASTA EN LOS MOMENTOS MÁS INSÓLITOS, me recordó que hace un año pasó casi lo mismo y que NO TUVE EN CUENTA REVISAR LO QUE NO SE VE pero que está y hay que atender con cuidado.
Me acordé del desierto de DOFCA. Si. Yo estuve allí. REPETÍ LOS MISMOS ERRORES del pasado Y SUFRÍ LAS MISMAS CONSECUENCIAS. Perdón por la comparación tan grosera pero la comparto y espero no te pase.
En Dofca vienen pruebas de repente pero, por difíciles que parezcan, nunca son para destruirnos. SOMOS PROBADOS PERO LA PRUEBA ES PARA ENSEÑARNOS, PARA QUE MADUREMOS. Dofca es prueba sobre prueba.
Te propongo un ejercicio. Volvé al principio de la reflexión leyendo SOLO LO QUE ESTÁ EN MAYÚSCULAS.
ORACION:
Examíname, oh Dios, y sondea mi corazón; ponme a prueba y sondea mis pensamientos. Fíjate si voy por mal camino, y guíame por el camino eterno.(Salmo 139:23-24) En el nombre de Jesús. Amén.
Bendiciones. Tito Bravo.