¿POR DONDE EMPIEZO? ¿POR DONDE SALGO?

Semana 7 - Día 6:  

El desierto de Dofca puede ser corto o largo según mi actitud. Puedo demorar dos semanas o cuarenta años en atravesarlo. . . . .
Si Dios eligió tres asesinos, Moisés, David y Pablo, para afligirlos, disciplinarlos, probarlos, liberarlos de la maldad que había en sus corazones, ¿puedo yo, siendo pecador, estando tan errado en mi manera de pensar y de vivir, ser guiado por Dios para salir de este peregrinaje y no volver a caer?

Esto me hace volver a pensar en por qué Dios nos lleva a nuestros desiertos.

Deuteronomio 8 dice claramente: 
1. “Cuidarán de poner por obra todo mandamiento que yo les ordeno hoy, para que vivan, y sean multiplicados, y entren y posean la tierra que Jehová prometió con juramento a sus padres”.
2. “Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tú Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos”.
3. “Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre, sino de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre”.

Dios no ha elegido a las personas más puras o perfectas para manifestarse y salvarlas. Esas ya están a salvo. Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos (Mateo 9:12).

Él vino a llamar a los pecadores al arrepentimiento mostrando claramente cuál es el camino, la verdad y la vida.

Mateo 9:13. Dice: “Vayan, pues, y aprendan lo que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento.”
1 Misericordia es dolor de corazón… no por lo que me pasa a mí sino por lo que le pasa a otros. No hay sacrificio humano suficiente para agradar a Dios y justificarnos. 
2 Confesar. Reconocer nuestra condición de pecado, de error, y ponernos de acuerdo con Dios renunciando a aquello que nosotros decíamos y aceptando lo que él nos enseña. Es para bien nuestro. Dios no va a ser más grande ni más chico porque nosotros creamos y enderecemos nuestros caminos. El ya es Dios. Soberano. 
3 Arrepentirnos. Es cambiar nuestra manera de pensar. Cambiar de rumbo. Buscar a Dios. Volver a él. Abandonar la equivocada manera de vivir y empezar de nuevo.

El ya conoce nuestros pensamientos y solo quiere ayudarnos, rescatarnos, salvarnos.

ORACION: 
Querido Dios. Gracias por haber puesto tus ojos en mí. No lo merezco… pero tu amor ha sido más grande que mis pecados y debilidades. Por favor. Ayúdame a salir de mi desierto. Ya no quiero más fluctuaciones ni demoras. He aprendido a amarte y ahora estoy aprendiendo a obedecerte. Dame el poder del dominio propio para cambiar, apartarme del mal y empezar de nuevo. En el nombre de Jesús. Amén.

Bendiciones. Tito Bravo.