¿POR QUÉ REPETIMOS LOS MISMOS ERRORES?

Semana 7 - Día 3: 
¿Qué nos pasa…? ¿Por qué repetimos los mismos errores...? ¿Qué nos lleva a caer en ellos...? ¿Es irremediable... imposible de resistir? . . . . . ¿imposible de evitar?
Dios en La Biblia nos muestra que lo que hacemos es consecuencia de varios factores, a veces simultáneos:

1. El pecado original (la maldad instalada en nuestro ser, transferida generación tras generación… la actitud de Adán y Eva negando las directivas de Dios y haciendo las cosas a su criterio trajo como consecuencia la muerte física y la espiritual.) 
2. El pecado que vive en mí (Nuestros propios errores, resultado de acciones actuales, voluntarias, dirigidas por lo que Pablo llama “la carne” o naturaleza pecaminosa. Se aprende. Aunque en Cristo somos “nuevas criaturas”, la maldad, el pecado sigue en nosotros y por eso tenemos que reconocerlo, renunciar y no permitir que nos controle - Romanos 6:12-13).
3. Las maldiciones (las consecuencias de nuestros pecados. Gálatas 6:7 nos recuerda que “siempre se cosecha lo que se siembra”)
4. Las maldiciones generacionales (influencia de los pecados de nuestros antepasados sobre nuestro comportamiento actual. Se transfiere generacionalmente. Para romperlas debemos dejar de cometer 
los pecados que cometieron nuestros padres - Ezequiel 18:14-17)
5. Las fortalezas mentales (tradiciones, creencias, cultura de maldad. Pensamientos en el consciente o inconsciente que se derriban cuando renovamos nuestra mente con la Palabra de Dios y sometemos nuestros pensamientos a su sabiduría y verdad)
6. Los demonios (Seres espirituales rebeldes a Dios, Sus enemigos y también nuestros por ser Sus hijos, que usan nuestro pecado, las fortalezas mentales y nuestras debilidades para influenciarnos)

Somos creación de Dios y, a causa del pecado, la maldad reina en este mundo por influencia del diablo y su sistema. Nacemos separados de Dios. Al reconocer a Jesucristo como Dios hecho hombre, primogénito hijo de Dios, único y suficiente salvador de la muerte espiritual, obtenemos el perdón sobre los pecados generacionales y los propios. Somos justificados y restaurados como Hijos de Dios.
Pero lo cierto es que seguimos luchando contra la pobreza, la enfermedad, drogas, alcohol, pornografía, la depresión, el suicidio, nuestras rebeliones, nuestros pecados y que tenemos que seguir trabajando, guiados por el Espíritu Santo, durante toda nuestra vida. Debemos someternos a este proceso de purificación y limpieza. 
Romanos 5:12 dice “Cuando Adán pecó, el pecado entró en el mundo. El pecado de Adán introdujo la muerte“ (Esto dice de la muerte espiritual, eternamente separados de Dios en el infierno).

Romanos 6:23 confirma “la paga que deja el pecado es la muerte, pero el regalo que Dios da es la vida eterna por medio de Cristo Jesús, nuestro Señor.”

1°Pedro 1:5-7 dice “Esfuércense por añadir a su fe, virtud: a su virtud, entendimiento; al entendimiento, dominio propio; al dominio propio, constancia; a la constancia devoción a Dios; a la devoción a Dios, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor.”

Es un proceso constante. Por eso somos cristianos, seguidores de Cristo, porque estamos en lucha toda nuestra vida. Somos hijos de Dios aprendiendo a no pecar.

Proverbios 4:10 nos enseña: “Oye, hijo mío, y recibe mis razones, Y se te multiplicarán años de vida”.

ORACION:
Querido Dios, renuevo mi pacto, sometiéndome a tu autoridad, pidiéndote ser perdonado, libre de toda acusación o condena, renunciando a pecados generacionales y al pecado original, todo lo pasado, y prestando especial atención en VIVIR LIBRE y responsable de mis actuales actitudes y sus consecuencias, en obediencia. En el nombre de Jesús, amén.

Bendiciones. Tito Bravo.