Semana 7 - Día 1:
Hola. ¡Dios te bendiga!
Desde hacen seis semanas venimos recreando el peregrinaje del pueblo de Dios, sus hijos, por doce desiertos que representan, en paralelo con la realidad, un tratamiento de Dios para crecer, madurar, aprender a no pecar y a vivir en libertad.
Desde hacen seis semanas venimos recreando el peregrinaje del pueblo de Dios, sus hijos, por doce desiertos que representan, en paralelo con la realidad, un tratamiento de Dios para crecer, madurar, aprender a no pecar y a vivir en libertad.
En Deuteronomio 8:2 Dios aclara las razones por las que les llevó al desierto: “….para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos.”
Hoy empezamos una nueva semana donde recreamos la experiencia de pasar por el desierto de Dofca, que significa “dos fuegos, un golpe”, “prueba y prueba sobre prueba”, “fundición”, reconociendo la necesidad de vivir este proceso de perfeccionamiento y limpieza que Dios hace en nosotros para introducirnos en la tierra prometida, alcanzar sus promesas, llegar a la meta, alcanzar restauración, entrar al Reino de Dios.
¿Hacemos un repaso?
1° desierto, SUCOT: aprendimos a morir a la carne, al yo, a la liberalidad de las emociones y pensamientos.
2° desierto, ETAM: renovamos la adoración a Dios, el reconocimiento de sus virtudes.
3° desierto, PIHAHIROT: atacando la autosuficiencia, el “yo se”, mis propias leyes, mi voluntad.
4° desierto, MARA: tomando amarga conciencia de nuestro estado de necesidad de Dios y viendo como por amor, el puede cambiar nuestra condición.
5° desierto, ELIM: restaurando el gobierno de Dios sobre nosotros.
6° desierto, SIM: saliendo del estancamiento y descubriendo la provisión preparada por Dios para nosotros.
7° desierto, DOFCA: quebrando los ciclos humanos hacia la productividad divina. Saliendo del círculo vicioso de caer en el mismo pozo, tropezar con la misma piedra. ¡UN PASO MÁS PARA APRENDER A VIVIR EN LIBERTAD!
1° desierto, SUCOT: aprendimos a morir a la carne, al yo, a la liberalidad de las emociones y pensamientos.
2° desierto, ETAM: renovamos la adoración a Dios, el reconocimiento de sus virtudes.
3° desierto, PIHAHIROT: atacando la autosuficiencia, el “yo se”, mis propias leyes, mi voluntad.
4° desierto, MARA: tomando amarga conciencia de nuestro estado de necesidad de Dios y viendo como por amor, el puede cambiar nuestra condición.
5° desierto, ELIM: restaurando el gobierno de Dios sobre nosotros.
6° desierto, SIM: saliendo del estancamiento y descubriendo la provisión preparada por Dios para nosotros.
7° desierto, DOFCA: quebrando los ciclos humanos hacia la productividad divina. Saliendo del círculo vicioso de caer en el mismo pozo, tropezar con la misma piedra. ¡UN PASO MÁS PARA APRENDER A VIVIR EN LIBERTAD!
De este desierto no se vuelve a hablar en la Biblia. Su nombre nos inspira a pensar que es el desierto de la vida en el que Dios nos regresa a las pruebas que no pasamos, de tal forma que las pasemos. Recuerda que Dios prueba a alguien solo cuando lo considera de valor o útil en sus manos (Job 28:1 y 23:10).
¿Estás dispuesto a pasar por Dofca? . . . . Creo que sí. . . . . entonces te invito a que juntos busquemos a Dios en oración pidiéndole sabiduría y entendimiento para lo que quiera mostrarnos, y sometiéndonos a su autoridad y poder, permitiendo que su Espíritu Santo nos enseñe.
Proverbios 4: 4-6 nos enseña: “Retenga tu corazón mis razones, Guarda mis mandamientos, y vivirás. Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia; No te olvides ni te apartes de las razones de mi boca; No la dejes, y ella te guardará; Amala, y te conservará.”
ORACION:
Querido Dios. Vengo a tus pies en humildad y reconociendo que necesito pasar por estos desiertos para ser tratado por tu Espíritu Santo. Te ruego que me ayudes a comprender, pero principalmente a ver si hay en mí algo que no te agrada. Estoy dispuesto a cambiar. Por favor, abre mis ojos. Te lo pido en el nombre de Jesucristo, amén.
Querido Dios. Vengo a tus pies en humildad y reconociendo que necesito pasar por estos desiertos para ser tratado por tu Espíritu Santo. Te ruego que me ayudes a comprender, pero principalmente a ver si hay en mí algo que no te agrada. Estoy dispuesto a cambiar. Por favor, abre mis ojos. Te lo pido en el nombre de Jesucristo, amén.
Bendiciones. Tito Bravo.