CONSOLIDACIÓN: NUESTRA MISIÓN EN LA VIDA

DIA 37: 
Texto del día:
Hechos 9:15-20 “El Señor le dijo: Ve, porque instrumento escogido me es éste para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, de reyes y de los hijos de Israel, porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre. Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo: ‘Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo’. Al instante cayeron de sus ojos como escamas y recobró la vista. Se levantó y fue bautizado; y habiendo tomado alimento recobró las fuerzas. Y estuvo Saulo por algunos días con los discípulos que estaban en Damasco. En seguida predicaba a Cristo en las sinagogas diciendo: este era el Hijo de Dios”

Enseñanza del día:
Para realizar la misión encomendada en nuestros días, la consolidación es la clave. Porque Dios, para levantar gente como Pablo, necesita de gente como Ananías. Por eso la consolidación debe ser asumida como una misión, con metas y objetivos a alcanzar, y con gran responsabilidad. Solo así podremos llevar a la gente que Dios nos entregó a tener un encuentro con lo sobrenatural para que tengan una vida de frutos en el Reino y se les revele el propósito (vs.20 “En seguida predicaba a Cristo en las sinagogas…”). Cuando Saulo se encontró con Dios, fue cambiado a Pablo.

Asumir la consolidación como una misión a desarrollar cambiará tu manera de pensar porque:
1) Dios trabaja con gente dispuesta: Vs 10 “…Heme aquí…”. 
2) Dios siempre te envía con una estrategia: vs. 11-17 “Ve a la calle derecha”. Le mostró como era la gente con la que se iba a encontrar: “uno llamado Saulo, de Tarso, porque el ora”. Le dio la estrategia de cómo sanarlo, “Poniendo las manos”. Le habló de la misión de la persona que iba a consolidar: “instrumento escogido me es éste para llevar mi nombre en presencia de los gentiles”. 
3) No se puede menospreciar la condición actual de las personas a las que Dios nos envía, porque ellos serán diferente luego que se encuentren con el Señor. Ejemplo de esto es la condición de Pablo: Ciego, con preguntas, solo, encerrado, y sin un modelo, y con toda su estructura pensante derribada. Cuando Ananías oró por él, “sus escamas cayeron”. Eso significa que toda su estructura pensante fue derribada. “Recibió la visión”, es decir, una esperanza nueva de vida; “y levantándose”, quiere decir: un sentido nuevo de realización y nuevas fuerzas. También dice que “fue bautizado”. Eso nos habla de nuevas experiencias en su vida.

No perdamos la expectativa de lo sobrenatural de ganar personas, porque si no caminaremos por un lugar sin ver a nadie que Dios pueda tocar, aunque haya gente. Hay un inmenso poder cuando se nos revela que consolidación es nuestra misión en la vida, que es más que una palabra, es una experiencia sobrenatural que debemos comprobar en la vida. Y no es trabajo de un grupo… es la misión de Su iglesia en la tierra.

Declaración de fe:
“Estoy dispuesto(a) a ser un Ananías para este tiempo, y a vivir la experiencia sobrenatural de impartir vida y formación, de ver como el poder de la Palabra cambia totalmente una vida. Las personas que Dios me entregó son valiosas y escogidas por Él; son los Pablos que Él usará para cambiar la historia de muchos; es un privilegio ser un formador de otros; esta es mi misión.”

Acción del día:
1.- Desarrolla el arte de escuchar a otros. Esto es muy importante para ayudar a las personas y guiarlos en su nueva vida.

2.- Rompe con toda fortaleza de tu vida pasada. Permite que el amor de Dios restaurador fluya en ti para sanar toda dolencia.

3.- Compra un señalador, una calcomanía, un libro, algo de edificación, y obséquiaselo a las personas que estás intentando ganar y consolidar para Cristo.

4.- No olvides orar por la actividad que tendremos el sábado que viene (el té evangelístico para mujeres)… y, si puedes, ¡¡trae a alguna mujer ese día para que conozca a Cristo!!