RECIBIENDO UNA GRAN COSECHA

SEMANA 4 - DIA 28: 
Texto del día:
Juan 4: 35-38 “¿No dicen ustedes: “Todavía faltan cuatro meses para la cosecha”? Yo les digo: ¡Abran los ojos y miren los campos sembrados! Ya la cosecha está madura; ya el segador recibe su salario y recoge el fruto para vida eterna. Ahora tanto el sembrador como el segador se alegran juntos. 3Porque como dice el refrán: Uno es el que siembra y otro el que cosecha.” Yo los he enviado a ustedes a cosechar lo que no les costó ningún trabajo. Otros se han fatigado trabajando, y ustedes han cosechado el fruto de ese trabajo”.

Enseñanza del día:
Es indudable que estamos en tiempos de cosecha para el Reino de Dios; el sistema Anti-Dios ha demostrado que sus principios no pueden sostener el bien ser, el bien vivir y el bien estar de las personas, y cada día hay una búsqueda de lo verdadero y sólido para aplicarlo y establecerlo a las próximas generaciones; el incremento del deterioro de vida social y familiar ha abierto la puerta a un evangelio restaurador, pacificador, de prosperidad y revelación. Este es nuestro tiempo, enseñar los principios del Reino producirá resultados inmediatos a nuestro alrededor.

Sabemos que recibiremos una gran cosecha porque: 
1) Estamos caminando en tiempos cumplidos, y bajo cobertura. Caminar en tiempos cumplidos significa que el tiempo de Dios (Kairos), se une con el tiempo Crono nuestro. Esto crea una atmósfera sobrenatural, donde lo divino consigue una puerta para manifestarse; significa cielos abiertos a nuestras oraciones, respuestas inmediatas y oportunas, aceleramiento de los procesos. La cobertura nos coloca en un rango de acción más amplio, y desata un nivel de unción de gobierno divino; por eso al poder penetrador del evangelio podemos compararlo con flechas veloces y potentes que atraviesan estructuras pensantes, llegando a niveles de alta jerarquía de un país o región.

2) Porque tenemos la visión correcta de la cosecha. Nos estamos capacitando todo el tiempo en el arte de sembrar y cosechar; en el pasado perdimos cosechas porque nos atrasábamos o nos adelantábamos, pero hoy día hemos madurado como cuerpo lo suficiente para discernir el tiempo justo, el punto exacto; de la teoría estamos pasando a la práctica y esto ha generado un nivel de especialización en la cosecha esperada; olemos gente, vemos multitudes, comemos visión. Esta vez la cosecha es nuestra, ¡ya está lista!

3) Esta cosecha tiene un peso generacional; generaciones nos antecedieron, fueron llevando la preciosa semilla sin recibir los resultados anhelados. Hebreos 11:33-40 dice: “Todos ellos, por fe, conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, apagaron fuegos impetuosos, evitaron filos de espada, sacaron fuerza de debilidad… Hubo mujeres que recobraron con vida a sus muertos; pero otros fueron atormentados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada. Anduvieron de acá para allá… Estos hombres, de los cuáles el mundo no era digno, anduvieron errantes por los desiertos… Pero ninguno de ellos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, recibió lo prometido, porque Dios tenía reservado algo mejor para nosotros…”. Hoy estamos cosechando lo que no sembramos, “somos precursores”, y esta cosecha nos une a las generaciones pasadas. Hoy nos toca llevar el testigo en esta gran carrera; aunque no recibieron lo prometido; ellos se gozan con nosotros cada vez que recogemos la cosecha ( vs.36 “para que el que siembra goce juntamente con el que siega”). Hay un cántico generacional en esta cosecha, ¡se escucha un aleluya de esperanza, de victoria y gozo!

Declaración de fe:
“Es el tiempo de mi mejor cosecha; la cosecha ya está lista, el tiempo se ha cumplido y tengo todo a mi favor; otros sembraron y me uno a ellos en el gozo de la siega; por eso, confieso que mi familia se rendirá a los pies de Jesús, mi casa es un lugar de paz, que mis hijos son instrumentos de Dios. ¡Esta es una cosecha de miles!”

Acción del día:
1.- Llama a tu discipulador o líder de grupo de crecimiento, y dale las gracias por haberte incentivado a prepararte y a realizar esta cosecha espiritual; revisa la lista de las personas que ganaste, y pacta con el Señor declarando de que será apenas el comienzo de los miles que Él te entregará.