EXPANSIÓN Y POSESIÓN

DIA 20 
Textos del día:
Génesis 1:6 “Luego dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas, para que separe las aguas de las aguas…”
Isaías 54:2 “Ensancha el sitio de tu tienda y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas; no seas apocada; alarga tus cuerdas y refuerza tus estacas”

Deuteronomio 1:8 “8 Yo les he entregado esta tierra; ¡adelante, tomen posesión de ella!” El SEÑOR juró que se la daría a los antepasados de ustedes…”

Enseñanza del día:
La palabra “expansión” es sinónimo de las palabras “extenderse, dilatar, amplitud”. Cuando Dios creó la tierra, la creó en expansión, amplia, grandes montañas, mares y lagos, toda la naturaleza nos habla de un Dios generoso y majestuoso. Lo contrario, la estrechez, el acortamiento, aprisionamiento, se generó producto del pecado, manifestándose como estrechez espiritual (falta de revelación), mental (ausencia de ideas creativas), y física (lugares estrechos); ejemplo de esto tenemos en la Torre de Babel y las grandes ciudades donde la gente vive aprisionada en sus calles y casas. La naturaleza de Dios es expansiva; por eso, prometió a su pueblo expansión, tierra y gente (multitudes); esta fue la palabra dada desde Abraham.
Cuando hay multitudes expansivas y no hay posesión, no hay gobierno, esto sucedió al pueblo de Israel. Ex.1:7-11 dice: “Pero los hijos de Israel fructificaron y se multiplicaron, llegaron a ser numerosos y fuertes en extremo, y se llenó de ellos la tierra…entonces pusieron sobre ellos comisarios de tributo para que los oprimieran con sus cargas”. Israel perdió sentido de propiedad (estrechez mental) por carecer de tierra. ¡Expansión y posesión van de la mano! Producto de la estrechez mental, cambiaron su naturaleza de hombres de la tierra a empleados de un sistema. En Génesis 47:18-25 dijeron: “…nada ha quedado delante de nuestro señor, sino nuestros cuerpos y nuestra tierra…Cómpranos a nosotros y a nuestra tierra por pan…; la tierra pasó así a ser de faraón…; aquí tienen semilla para sembrar la tierra. De los frutos darán la quinta parte a Faraón; las otras cuatro partes serán de ustedes…; ellos respondieron: la vida nos has dado…”. Esto es hoy día un empleo, “una cárcel de lujo”… El siguiente faraón los estrechó más (estrechez física) pasando a ser hombres esclavos.

Podemos aprender que la estrechez no se detiene, sino que busca dominar todo tu ser y que se debe generar un rompimiento de los límites que estrechan. La palabra busca ampliar y despertar nuestro espíritu, hacernos sentir la tierra como parte nuestra y llevarnos a la guerra para poseerla. Nuestra herencia no es un buen empleo porque a través de él no hay progresión generacional; las próximas generaciones deberán comenzar de nuevo buscando un nuevo empleo y así se establece una cadena de opresión. Nuestra herencia debe ser física y espiritual, no podemos divorciar una de la otra, es un principio divino, todo lo espiritual necesita un lugar físico para manifestarse.

Despertemos al espíritu de conquista y posesión; seamos ese Josué que introdujo al pueblo en la tierra prometida; hagamos nuestra la palabra de posesión que Dios nos ha entregado: Josué 1:2 “…Ahora, pues, levántate, y pasa este Jordán, tu y todo este pueblo, hacia la tierra que yo les doy a los hijos de Israel.”

Declaración de fe:
“Expansión y posesión son parte integral de mi vida; Dios pensó en mí para ser fructífero… me multiplicaré en otros. Activo el poder de conquista de bienes en mis días; preparo una herencia material y espiritual para las próximas generaciones; la estrechez no es parte de mi, sino el crecimiento, el progreso, amplitud, todo lo que comience hoy aunque pequeño terminará siendo muy grande, porque tengo la naturaleza de un Dios expansivo en mi.”

Acción del día:
1.-Levanta tu voz en oración decretando una vida de expansión en ideas, oportunidades, crecimiento grupal, crecimiento familiar. Lo normal para ti es que vivas en expansión. Mientras oras, pon las manos sobre las paredes de tu casa, de tu negocio, de tu oficina… y háblale a toda muralla de estrechez o barrera que impida el crecimiento. Ordénale que se quite en el nombre de Jesús.

2.- Haz un acto profético de posesión. Revisa tus posesiones actuales, y toma nota de lo que debería cambiar en los próximos meses, y ¡decláralo! ¡Conquista tu monte!